Roberto Ramírez Bravo /II
Tomado de La Jornada Guerrero
http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2007/12/01/index.php?section=opinion&article=011a1soc
En los últimos cinco años la producción literaria en Guerrero se ha incrementado, aún de modo titubeante. Han ayudado las becas del Foeca, las universidades, y la salida de varios jóvenes de Guerrero en busca de oportunidades.
En 2002 se publicaron El espejo de una mujer rota, cuentos de Muriel Salinas, y Duros pensamientos zarpan al anochecer en barcos de hierro, poesía de Jeremías Marquines; y en 2003, Sueños prosaicos, de Carlos F. Ortiz, y Los pantanos son algo verde como el deseo, de Citlalli Guerrero; en 2005, Todas las horas alumbran, de Citlalli Guerrero; La zoología poética de Jorge Luis Borges, de Judith Solís; y Hace tanto tiempo que salimos de casa, de Roberto Ramírez Bravo.
Este año se publicaron también Mar adentro, de Ramón Sierra; Con las alas al viento, de América del Río, y Sólo los alcatraces son felices, de Oscar Ricardo Muñoz Cano, así como la colección de cuentos Acapulco en su tinta, de José Antonio Salinas, José Antonio García Bravo, Iris García Cuevas e Isabel Valdeolívar; y La última pasión de Antonio Garbo, de José Dimayuga.
En 2006 se publicaron No es el viento que disfrazado viene, de Jesús Bartolo; Azul como su nombre, de Antonio Salinas, y en 2007 La historia de siempre, de Luis Zapata; Fisuras en el continente literario, de Federico Vite; Agua desbocada, antología de escritos atoyaquenses, una compilación de relatos hechos por Víctor Cardona.
Sin ser exhaustiva, esta lista muestra una producción mínima pero constante de los autores guerrerenses con esfuerzos aislados y desarticulados. La falta de una estrategia de publicación de los libros, y de una promoción cultural a cargo de las instancias encargadas de ello, son un freno para el desarrollo literario en la entidad, pues los esfuerzos así son aislados e individuales.
Ello podría explicar que en su reciente visita a Acapulco, el director de la Escuela de Escritores de la Sogem, Teodoro Villegas, haya dicho que en Guerrero no hay literatura “más que como canción. Como canción popular es maravillosa, es gran poesía popular. ¿Pero dónde están los cuentos, dónde están las novelas, la poesía?”. Pese a todo, ahí están.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario