Por Misionero
Tomado de Shvoong
http://es.shvoong.com/books/mythology/26696-hace-tanto-tiempo-que-salimos/
En un periplo de once relatos, este autor mexicano ofrece una visión muy latinoamericanista, indígena en ocasiones, a veces urbana, pero no costumbrista, de un mundo mágico.
Uno diría que es difícil a veces distinguir entre la fantasía y la realidad, a pesar de que los once trabajos tienen una historia muy concreta qué contar. Destaca, por ejemplo, el caso de Soldado, donde el protagonista, un militar de bajo rango, se enfrenta a su propio miedo, al horror de lo innombrable, a la angustia de la muerte, después de haber participado en la devastación de pueblos guerrilleros, en una montaña en el sur mexicano. A ratos, el autor juega con una visión del cuento no-policiaco. Es decir: el relato donde se reúnen las características del cuento negro, pero el resultado no es el clásico de este género, como en La tela de la araña, donde un policía investiga la muerte de su propio padre y tiene que suspender su investigación cuando un suceso inesperado aparece; y en Cadáver, donde el anfitrión de una fiesta muere intempestivamente pero al día siguiente nadie sabe dónde quedó su cadáver, entre versiones de que fue devorado por sus invitados o que desapareció tras una misa satánica. Soledad, es una especie de leyenda inversa, la leyenda vista desde el protagonista, que no puede entender su destino. Un hombre que, dedicado en su juventud a comer hongos alucinógenos en el fondo de un cañón, sale en busca de una mujer que en su tierra la gente tiene por intérprete de dioses antiguos, y extravía el camino, sin poder regresar jamás, y vive perdido entre los montes, como un fantasma al que la gente le deja veladoras en las raíces de las gigantescas parotas.
En Hace tanto tiempo que salimos de casa, el cuento que le da título al volumen, Roberto Ramírez Bravo parece rendir un homenaje al escritor argentino Julio Cortázar, con esta historia, contada por un niño-hombre, que sale tras los pasos de un hombre, padre o hermano mayor y recorre con él el mundo, hasta que descubre la verdad de su vida. O Paraíso, cuenta una tragedia mexicana, con las canciones del grupo portugués Madredeus como telón de fondo. Una ruptura amorosa, un dolor, un vacío sin nombre y, finalmente, el horror que se deshoja, como una margarita. Y también el mundo infantil es retomado en El vuelo de la mosca, donde desde su personal perspectiva, un niño de unos seis años cuenta sus aventuras, sus pleitos con su hermanita mayor. Otros cuentos son Robo de sueños II, Sólo cantaba el mar, y Él.
Sueño de azahar es un caso aparte. En él todo es un juego de espejos entre la realidad y lo no real, donde cada fragmento se refleja y la imagen que el cristal devuelve es distinta. Un adolescente cumple 14 años de vivir encerrado en una casona, vigilado por sus dos tíos, quienes le dicen que afuera de la casa el mundo está contaminado por la mala muerte que trajeron los franceses, en su invasión a México en 1853, y quien sale de la casa muere. Pero todo es falso: el niño vive en los 80 del siglo XX, otros niños juegan en la plaza, una niña francesa, más soñada que real, le enseña el camino y el mundo, los aviones, las pelotas, pero… nada es verdad… En éste su tercer libro, el autor muestra el mundo que le tocó vivir, desde un ángulo muy particular y en cierta forma novedoso en la cuentística mexicana contemporánea.
Bibliografía
Hace tanto tiempo que salimos de casa, Roberto Ramírez Bravo, Editorial Praxis, 2005.
Hace tanto tiempo que salimos de casa, Roberto Ramírez Bravo, Editorial Praxis, 2005.
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